martes, 10 de mayo de 2016

Que ha pasado con el blog en todo este tiempo y una breve crítica sobre "la falta de decencia"

Saludos a toda la comunidad de este blog (canal, ahora estamos en nuevo formato) , estuve por más de 6 o 7 meses fuera de toda cobertura de este blog, ahora más que nunca, pienso volver y seguir compartiendo con ustedes pequeñas anécdotas que me acontecen en el día a día en Buenos Aires.

Primero que nada gracias por la receptividad, muchos me escriben para que continúe con esta idea del blog, lo cual me da gran animo cada día de seguir haciendo lo que me gusta que entre tantas cosas es escribir, seguido esto, entre las novedades personales ya nació mi hija Victoria  en el mes de Noviembre, ya tenemos una Venezolana porteña jaja, peso 3,30 kgs y cada dia crece más y más, ya actualmente va por su 6to mes de vida, que paralelamente ha sido el 6to mes más feliz de mi vida. En fin, durante todos estos meses me he concentrado en mis labores diarias y enfrentando ciertas cosas familiares, por suerte y fe, todo está bajo orden nuevamente.

La falta de decencia.

Reactivando nuevamente el blog, quiero comenzar con un tema que ha estado en la palestra durante estos últimos meses, la falta de decencia o mejor dicho la falta de solidaridad, ¿por qué los venezolanos somos los extranjeros más pedantes y pocos solidarios del mundo, incluso, pasando por el terrible momento que embarga a nuestra Venezuela? Más que buscar una respuesta, es una pregunta retórica, la falta de humanismo incluso con nuestros paisanos nos han marcado últimamente, al punto, que además de perder nuestra identidad, nos mostramos frente a cualquier sociedad como lo mejor del mundo cuando realmente no lo somos, he leído centenares de artículos sobre falta de humanidad en muchos casos, Venezolanos que friegan a otros Venezolanos en el exterior, Venezolanos que se muestran como la última gaseosa del desierto, cuando en vedad lo que representan es al sector más bajo de nuestra nación, porque sinceramente, “ el que no vive para servir no sirve para vivir “, no se trata de ser un “pendejo” pero si estar consciente que en algún momento fuiste ayudado por alguien, y te corresponde por ley del universo, ayudar a quien le tengas la posibilidad de hacerlo.

Esta falta de decencia, también aplica en Venezuela, donde es rutina que se maten por una cola para comprar un artículo tan básico como un jabón, la falta de cultura, la falta de léxico, la falta simplemente de materia gris, nos está cada día declarando más como una sociedad mediocre y en decadencia. Debemos reflexionar si en verdad nos gusta que nos tilden así en el mundo, pues nos estamos hundiendo en un pozo que nosotros hemos construido.

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